El pasado 7 de febrero la subdirectora de Atracción de Nuevas Tecnologías (SGAT) de la Dirección de Innovación del Ayuntamiento de Madrid, Amaia Gil, y Enrique López Galán, jefe de servicios de la SGAT, presentaron en el Madrid Innovation LAB (MIL) el caso de uso de POiN. En el MIL se exponen, anualmente, cuatro proyectos piloto a los que, desde el Ayuntamiento, apoyan en su desarrollo con el objetivo de que lleguen hasta la fase de presentación al mercado.
En su discurso de bienvenida, Gil quiso subrayar que el MIL está abierto para todas aquellas personas que quieran presentar o desarrollar un proyecto, además de para quienes tengan interés en formarse o informarse sobre nuevas tecnologías. López Galán, por su parte, recordó que este centro tiene como objetivo “conectar con el ecosistema de Madrid que, cada vez más, trabaja con inteligencia artificial, blockchain, gemelo digital… Tecnologías aplicables a todos los sectores”.
Angélica Pimentel arrancó su presentación agradeciendo tanto al Ayuntamiento como al MIL su apoyo: “Desde que comencé, quise aplicar este proyecto a Madrid, donde vivo, y aquí estoy; es un sueño realizado”, afirmó. Tras ello, explicó que. ya desde el inicio, se dieron cuenta de que POiN había encontrado una fórmula escalable para medir la calidad de vida en entornos urbanos y de que este era un proyecto de tecnología enfocado a smart cities. “Una ciudad inteligente equivale a una ciudad humanizada, apta para niños, por lo que los niños pueden ser indicadores para medir la calidad de vida en la ciudad”, matizó Pimentel. Su algoritmo, POiNScore “nace de medir indicadores muy concretos que buscan ser objetivos y que pueden generar data aplicable de manera escalable y sencilla a tiempo real”. Otra de sus características es que es una herramienta colaborativa. “No hay mayor experto en familias que las familias, por lo que la clave era contar con su participación desde el inicio”, resaltó.
POiN Ciudades
Esta startup cuenta con tres soluciones: POiN: Familias (plataforma, web, app), POiN Negocios (soluciones digitales) y POiN Ciudades (inteligencia circular). Esta última es en la que centraron el caso de uso. Al hablar de “inteligencia circular” se hace referencia a un algoritmo que mide el bienestar infantil en espacios urbanos y que está diseñado para ser colaborativo y escalable.
Tras agradecerle a la Junta Municipal del Distrito de Chamartín que les abriera sus puertas para desarrollar este proyecto piloto, Pimentel explicó que su puesta en marcha consistió en la distribución de pegatinas QR por cinco parques de este distrito además de en el Centro Cultural Galileo. Tras su escaneo, los participantes se encontraban con una encuesta breve con preguntas cerradas más un espacio para añadir comentarios que pudieran ser útiles. “Gracias a este caso de uso pudimos validar la inteligencia circular en tres aspectos clave: las familias están dispuestas a participar voluntariamente siempre que la herramienta sea fácil de usar, cuentan con la tecnología necesaria para que sea viable y los datos recogidos a tiempo real se pueden aplicar fácilmente para indicar los puntos de mejora en las ciudades”, detalló Pimentel.
El próximo reto de POiN pasa por escalar este proyecto en tres categorías: más espacios (museos, restaurantes, ofertas de ocio, alojamiento), más ciudades y más colectivos. “Nuestro objetivo es que calificar se convierta en un hábito, tal y como como hoy lo es reciclar en Madrid; se hace porque es fácil y la gente entiende por qué es importante”, concluyó.
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